lunes, 27 de abril de 2009

Tema II

Introducción.

Las condiciones económicas predominantes en un país dependen en gran medida de lo que ocurra en la economía mundial. Ésta se materializa en el Comercio Internacional, la Producción Global y las Finanzas Internacionales. Aunque todas estas fuerzas vinculan sus economías con una economía mundial, el resultado no es homogéneo, como lo demuestra el desigual crecimiento económico de los distintos países, al permitir que algunos crezcan muy deprisa, mientras que otros se empobrecen.

El conocimiento de las finanzas internacionales ayuda a decidir la manera en que los eventos internacionales afectarán a una empresa o a una Nación y cuales son los pasos que pueden tomarse para explotar los desarrollos positivos para aislarlas de los dañinos.

Entre los eventos que afectan, se encuentran la variación de los tipos de cambio, así como en las tasas de interés, en las tasas de inflación y en los valores de los activos; todos estos elementos a su vez, influyen determinantemente en la Balanza de Pagos. Debido a los estrechos vínculos que existen entre los mercados, los eventos en territorios distintos tienen efectos que se dejan sentir inmediatamente en todo el planeta.

Mediante el presente trabajo se pretende hacer una revisión bibliográfica sobre la Balanza de Pagos y los Cambios Fijos y Flexibles de la moneda, su incidencia en las Finanzas Internacionales y más específicamente su influencia en la economía nacional.

El balance o balanza de pagos, es un documento contable en el que se registran las operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales llevadas a cabo por los residentes en un país con el resto del mundo, durante un período de tiempo determinado. La balanza de pagos suministra información detallada sobre todas las transacciones entre residentes y no residentes.

La diferencia entre ingresos y pagos de una determinada sub-balanza se denomina saldo. El saldo final de la balanza de pagos en su conjunto dependerá del régimen de tipo de cambio de la economía. En el caso de un sistema de flotación limpia la balanza de pagos siempre está equilibrada, esto es, tiene saldo cero. En cambio, cuando la economía se rige por un tipo de cambio fijo, el saldo es equivalente al cambio en las reservas netas del Banco Central.

La estructura y las directrices para la elaboración de la balanza de pagos se plasman en el Quinto Manual de Balanzas de Pagos del Fondo Monetario Internacional.

Las transacciones registradas en la balanza de pagos aparecen agrupadas en diferentes sub-balanzas, de acuerdo con el carácter que tengan.

Sin embargo estos temas han sido abordados de modo tangencial ya que no se pretende presentar un trabajo acerca de la Teoría Económica ni un tratado sobre tales Organismos. Por lo tanto se incluye una especie de glosario o definiciones de términos relevantes, cuya importancia se sustrae de la lectura del presente trabajo.





Al tomar decisiones sobre la política fiscal los gobiernos están sometidos a influencias de índole política, como estimaciones sobre el volumen que debe tener el sector público o cuál será la reacción de la población ante una determinada decisión, y en su intención estará la reducción de bolsas de fraude y evitar que se produzcan otras.

En la creciente economía integrada mundial, las empresas adoptan sus decisiones de localización en función de los posibles beneficios fiscales que prometan los gobiernos y de los distintos regímenes fiscales de cada país. En sus decisiones los gobiernos también deben tener presentes las tarifas impositivas de instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI, cuyos préstamos a los países menos industrializados suelen condicionarse al cumplimiento de determinadas medidas fiscales) o a los compromisos internacionales (como las contribuciones a las Naciones Unidas o al presupuesto de la Unión Europeo, Organización de Estados Americanos y otros organismos internacionales).

Los gobiernos deben tener en cuenta también el grado de desempleo o de crecimiento económico, presentes y futuros del país, porque estas variables determinarán la cantidad de ingresos que se podrán obtener mediante los impuestos y los gastos necesarios para mantener el Estado de bienestar. Para afrontar los errores en las previsiones, en los presupuestos suele haber una partida de reserva para atender a gastos extraordinarios o a un menor nivel de ingresos impositivos.





Balanza de Pagos.

El balance o balanza de pagos, es un documento contable en el que se registran las operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales llevadas a cabo por los residentes en un país con el resto del mundo, durante un período de tiempo determinado. La balanza de pagos suministra información detallada sobre todas las transacciones entre residentes y no residentes.

La diferencia entre ingresos y pagos de una determinada sub-balanza se denomina saldo. El saldo final de la balanza de pagos en su conjunto dependerá del régimen de tipo de cambio de la economía. En el caso de un sistema de flotación limpia la balanza de pagos siempre está equilibrada, esto es, tiene saldo cero. En cambio, cuando la economía se rige por un tipo de cambio fijo, el saldo es equivalente al cambio en las reservas netas del Banco Central.

La estructura y las directrices para la elaboración de la balanza de pagos se plasman en el Quinto Manual de Balanzas de Pagos del FMI Fondo Monetario Internacional.

Las transacciones registradas en la balanza de pagos aparecen agrupadas en diferentes sub-balanzas, de acuerdo con el carácter que tengan.

Cuenta Corriente.

La balanza por cuenta corriente hace referencia al registro de los pagos procedentes del comercio de bienes y servicios y de las rentas en formas de beneficios y dividendos obtenidos del capital invertido en otro país. La compraventa de bienes se registrará en la balanza comercial, los servicios en la balanza de servicios, los beneficios en la balanza de rentas y las transferencias de dinero en la balanza de transferencias.

La balanza por cuenta corriente estará dividida en dos secciones. La primera es conocida como balanza visible y la compone íntegramente la balanza comercial. La segunda sección se llama balanza invisible y está compuesta por la balanza de servicios y por la balanza de transferencias.

Balanza Comercial.

La balanza comercial, también llamada de bienes o de mercancías, utiliza como fuente de información básica los datos recogidos por el Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria. En ella se registran los pagos y cobras procedentes de las importaciones y exportaciones de bienes tangibles, como pueden ser los automóviles, la vestimenta o la alimentación.

Un dato a tener en cuenta es que las importaciones y exportaciones en la Balanza de Pagos tienen que aparecer con valoración FOB para la Exportación y CIF para la Importación, que es como las elaboran las aduanas. Los precios FOB (Free On Board) se diferencian de los precios CIF (Cost, Insurance and Freight) en que estos últimos incluyen el flete y los seguros. Al elaborar la Balanza de Pagos, los fletes y los seguros tienen que ser contabilizados como servicios y no como mercancías.

Balanza de Servicios.

La balanza de servicios recogerá todos los ingresos y pagos derivados de la compraventa de servicios prestados entre los residentes de un país y los residentes de otro, siempre que no sean factores de producción (trabajo y capital) ya que estos últimos forman parte de las rentas.

Transportes, en el que se incluyen tanto los cobros como los pagos realizados en concepto de fletes como cualquier otro gasto de transporte (por ejemplo los seguros). Es una partida importante, dado que muchos países se dedican a transportar mercancías entre terceros.

Turismo, que no solo engloba la prestación de servicios, sino que también se considera una exportación de mercancías. Se considera que dichos productos, a pesar de no ser enviados a un país extranjero, son consumidos por los residentes extranjeros que vienen visitar un país. Como resulta imposible a veces determinar que es una venta de producto y que es una prestación de servicios, siempre se engloba todo esto dentro de la partida de servicios.

Existen otras cuentas no menos importantes, como pueden ser comunicaciones, construcción, servicios informáticos, royalties…

Balanza de Rentas.

La balanza de rentas, o balanza de servicios factorial, recoge los ingresos y pagos registrados en un país, en concepto de intereses, dividendos o beneficios generados por los factores de producción (trabajo y capital), o lo que es lo mismo, de inversiones realizadas por los residentes de un país en el resto del mundo o por los no residentes en el propio país.

Los ingresos son las rentas recibidas por los poseedores de los factores de producción que son residentes y están invertidos en el extranjero, mientras que los pagos son las rentas que entregamos a los no residentes poseedores de los factores de producción y que están invertidos en nuestro país. Las rentas del trabajo recogen la remuneración de trabajadores fronterizos ya sean estaciónales o temporeros.

Balanza de Transferencias.

En la balanza de transferencias se registrarán los movimientos de dinero entre residentes del país y residentes del exterior, pudiendo circular en ambas direcciones. Estas transferencias son normalmente de tipo donativo o premio y pueden ser tanto públicas (ej.: donaciones entre gobiernos) o privadas (ej.: dinero que los emigrantes envían a sus países de origen)

La principal problemática que presenta la balanza de transferencias, es que a veces resulta complicado determinar que transferencias forman parte de la cuenta corriente y cuáles son parte de la cuenta de capital. Se considerarán transferencias de cuenta corriente las remesas de los emigrantes, los impuestos, las donaciones, premios artísticos, premios científicos, premios de juegos de azar…

Cuenta de Capital.

La segunda división principal de la balanza de pagos es la balanza de capital. En esta balanza se contabilizarán las variaciones de activo y pasivo de capital financiero (en divisas o en oro) entre un país y los países extranjeros. Hay que tener en cuenta que se trata solo de capital financiero, dado que el capital de bienes de inversión está en la balanza de rentas.

La balanza por cuenta de capital puede registrarse según distintos criterios:

El plazo (corto plazo y largo plazo).
El tipo de cuenta (activo y pasivo).

La situación como acreedor o deudor (bancario o no bancario; público o privado).
Basándonos en estos criterios con los que se elabora la balanza por cuenta de capital, podría desglosarse tan completa como la balanza por cuenta corriente, pero la mayoría de los países tienden a reducir esta cuenta únicamente al registro de la variación de activo y pasivo.

Cuenta Financiera.

Registra la variación de los activos y pasivos financieros. Por tanto recoge los flujos financieros entre los residentes de un país y el resto del mundo.

Las diferentes rúbricas de la cuenta financiera recogen la variación neta de los activos y pasivos correspondientes.

Inversiones directas.
Inversiones en cartera.
Otras inversiones.
Instrumentos financieros derivados.

Cuenta financiera del Banco Central.

Cuenta de Errores y Omisiones.

La cuenta de errores y omisiones abarca lo que se conoce como el capital no determinado. Se dice que es un ajuste por la discrepancia estadística de todas las demás cuentas de la balanza de pagos. En realidad la suma de los saldos de la cuenta corriente y de la cuenta de capital debe dar igual a las variaciones en las reservas monetarias internacionales.

Variación de las Reservas de Oro y Divisas.

El Banco Central reduce sus reservas de divisas cuando la balanza de pagos presenta un déficit. Lo contrario sucede cuando ésta presenta un superávit.

Significado de los Saldos de la Balanza de Pagos.

Los saldos de los distintos componentes de la balanza de pagos aportan información acerca de la situación de un país con respecto al exterior. Cuando un país compra más de lo que vende tiene que financiar la diferencia con préstamos. En el caso contrario, si vende más de lo que compra, puede prestar a otros con el excedente generado. Este principio es una característica de la balanza comercial.

Por este motivo, si existe un déficit en la balanza por cuenta corriente y en la de capital, tendremos que tener un superávit en la balanza financiera.

La Balanza de Pagos y la Residencia.

A efectos de balanza de pagos se consideran residentes de un país las personas que tienen su residencia habitual en el mismo, y así no son residente ni los turistas ni el personal diplomático y consular extranjero. Tratándose de empresas, se consideran nacionales a efectos de balanza de pagos las domiciliadas en el mismo, aunque fuesen filiales de sociedades extranjeras.

Crisis de Balanza de pagos.

Analizamos mas detenidamente el momento preciso en el que ocurre una crisis de balanza de pagos, esto es, cuando el banco central agota sus reservas y se ve obligado a desistir de la paridad fija del tipo de cambio. Como se plantea anteriormente, el punto de partida es un déficit fiscal subyacente, con un tipo de cambio fijo que consume lentamente las reservas en poder del banco central. Debido a que la cantidad de reservas es finita, es obvio que la autoridad será incapaz de mantener fijo el tipo de cambio en forma permanente. Además, el público empieza a pronosticar el colapso y a tomar acciones que de hecho contribuyen a evaporar las reservas internacionales. Por ejemplo, el público puede correr en masa a tratar de convertir su moneda local en moneda extranjera, aunque sea pocos minutos antes de que se declare la crisis cambiaria.

Un claro ejemplo de un colapso en a Balanza de Pagos.

Ocurrió en La Argentina en 1989. El nivel de Reservas del Banco Central se había mantenido estable, en alrededor de 3 mil millones de Dólares en él ultimo trimestre de 1988. A comienzos de 1989, sin embargo, el déficit fiscal se hizo incontrolable, desapareció la confianza en el programa económico y el Banco Central comenzó a perder reservas. Sin poder recurrir al financiamiento externo y enfrentando costos prohibitivos para endeudarse internamente, la autoridad inicialmente encaro la creciente demanda de moneda extranjera reduciendo sus activos externos. Bajo este panorama, en dos meses, de diciembre de 1988 a febrero de 1989, el banco central perdió US$ 1.100 millones en reservas, cerca de un tercio de sus reservas internacionales. El tipo de cambio se mantuvo fijo, esto es, fue defendido con reservas oficiales y permaneció estable durante dicho periodo (ver Figura 10.3).

Cuando todavía le quedaban al Banco Central alrededor de US$1600 millones de reservas en marzo de 1989, se presento el ataque especulativo. Para entonces, las reservas de moneda extranjera habían caído otros US$600 millones. La autoridad se dio cuenta de que no podía mantener el tipo de cambio por mucho tiempo más. Para defender las pocas reservas que le quedaban, entre marzo y abril, el banco central devaluó la moneda en casi un 200%. Pero esta medida no basto. En apenas dos meses, el tipo de cambio paso de 20 australes por dólar en marzo, a 200 a fines de mayo, una depreciación del 900%! Las reservas del banco central, cayeron hasta alcanzar escasamente US$930 millones en el mes de junio. La incertidumbre, exacerbada por la elección presidencial, no permitió a la economía retornar a la calma. Durante un breve respiro logrado en agosto de 1989 (que resulto ser muy corto), el tipo de cambio se asentó en 655 australes por dólar, más de 40 veces el valor que tenia a fines del año anterior.

Otro buen ejemplo de un colapso en la Balanza de Pagos.

Lo proporciona el caso de México entre finales de 1994 y comienzos de 1995. A diferencia del caso argentino, sin embargo, los problemas mexicanos no se originaron con un gran déficit fiscal (de hecho, el presupuesto estaba casi en equilibrio) sino que surgieron por la insostenible expansión del gasto privado, alimentada por el auge del crédito. Las reservas del Banco Central llegaron a superar los US$ 20 mil millones durante la mayor parte de 1993, alcanzando un máximo de US$ 29 mil millones en marzo de 1994. El aumento de las reservas Se debió, en parte, a la integración de México con Estados Unidos y Canadá a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), en enero de 1994.

En ese entonces, México se encontraba en las últimas etapas para ingresar en la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Las reformas económicas introducidas en a década anterior se tradujeron en una baja tasa de inflación y en una reducción del déficit fiscal. Estas condiciones, junta con la mayor apertura internacional de México y su favorable situación en los mercados financieros internacionales, provocaron una gran entrada de capitales al país a principios de los años noventa. Académicos, bancos y analistas velan con mucho optimismo el futuro económico de la nación mexicana.

En el segundo trimestre de 1994, sin embargo, a tasa de interés de Estados Unidos comenzó a subir. Esto, sumado al asesinato del candidato presidencial Luís Donaldo Colosio en marzo de 1994 y a la revuelta interna en el sur de México, freno bruscamente la entrada de capitales a México. Las reservas del Banco Central comenzaron a menguar (ver Figura 10.4) y siguieron cayendo durante todo el año. El Banco Central mantuvo la paridad cambiaria mientras le duraron as reservas. En diciembre, sin embargo, las reservas llegaron a 5 mil millones de dólares (US$24 mil millones menos que en febrero), y entonces Ia autoridad se vio obligada a dejar libre el tipo de cambio. Esta decisión desato un pánico financiero que hizo que los inversionistas abandonaran abruptamente el país. Falto muy poco para que el gobierno mexicano declarara una moratoria en el pago de sus deudas denominadas en dólares, debido a que los inversionistas se negaban a otorgar nuevos préstamos al gobierno. Estados Unidos y el EMI tuvieron que disponer un enorme préstamo de emergencia para el gobierno mexicano con el fin de evitar que cayera en bancarrota. Las reservas de moneda extranjera continuaron cayendo hasta alcanzar cerca de US$4 mil millones en enero de 1995. Mientras tanto, el tipo de cambio, que se cotizaba en alrededor de 3,4 pesos por USD dólar de 1994, se deprecio hasta casi 7 pesos por dólar en marzo de 1995. El año 1995 marco una profunda recesión en México, a pesar de la operación internacional de rescate, demostrando que una crisis financiera puede tener efectos negativos muy costosos en la economía real.


Incidencias de la Política Monetaria.

Los bancos centrales disponen de diversos métodos para poner en práctica la política monetaria que conviene a sus objetivos. Algunos métodos se han convertido en instrumentos predilectos de intervención, mientras que otros han caído en desuso. Entre otros instrumentos de la política monetaria se pueden señalar las actuaciones sobre el sistema del crédito de los bancos y la modificación de sus reservas obligatorias. Un tipo de política monetaria en este sentido sería, por ejemplo, obligar a los bancos a depositar en una cuenta no remunerada del banco central una proporción de sus depósitos a la vista y a plazo, que constituyen las reservas obligatorias, y que no pueden emplear libremente ni, por tanto, utilizar para aumentar los créditos en la economía. Al modificar los tipos de reservas obligatorias, el banco central fomenta el crédito o lo penaliza.

Otros instrumentos utilizados en política monetaria son la intervención en el mercado monetario y las operaciones de redescuento: puesto que los bancos deben refinanciarse ante el banco central (comprar un dinero del que no disponen en cantidades ilimitadas), están obligados a aceptar el coste de tal refinanciación, que varía en función de la política fijada por las autoridades monetarias. Al aumentar ese coste (el tipo de redescuento), aquéllas inducen a los bancos a aumentar sus propios tipos de interés ante sus clientes, lo cual caracteriza la actividad crediticia (si se reduce ese costo, se observa el efecto contrario). La intervención en el mercado monetario permite a este último controlar el precio del dinero de manera indirecta. Al comprar o vender títulos en este mercado abierto, el banco central modifica las condiciones del crédito.

Los tipos de interés son también elementos esenciales de una política monetaria. Sus movimientos al alza o a la baja influyen en la inversión y en el consumo, mediante la orientación de los créditos. Gracias a la política de mercado abierto y a la política de redescuento, es posible influir en sus movimientos respecto a los créditos a corto plazo, incluso si los mercados financieros siguen siendo en última instancia quienes fijan los tipos de interés a largo plazo: ponen precio en realidad al valor de las obligaciones y fijan ellos mismos sus tipos de remuneración, que constituyen de hecho los tipos de interés a largo plazo.

Tipo de cambio.

Con el tipo o tasa de cambio se expresa el valor de una divisa o moneda extranjera expresada en unidades de moneda nacional. Esta definición sigue la convención británica. La peseta, en cambio, seguía el sistema europeo para su definición: el tipo de cambio eran las pesetas necesarias para conseguir otra divisa.

Se pueden distinguir dos tipos de cambios: el real y el nominal.

El real se define como la relación a la que una persona puede intercambiar los bienes y servicios de un país por los de otro.

El nominal, por otra parte, es la relación a la que una persona puede intercambiar la moneda de país por los de otro. El último es el que se usa más frecuentemente. Esta distinción se hace necesaria para poder apreciar el verdadero poder adquisitivo de una moneda en el extranjero y evitar confusiones.

Sistema de tasas de cambio: es un conjunto de reglas que describen el comportamiento del Banco Central en el mercado de divisas. Se identifican dos sistemas opuestos de tasas de cambio:

Tipo de cambio fijo: es determinado rígidamente por el Banco Central.

Tipo de cambio flexible o flotante: en este caso se determina por el juego de la oferta y la demanda.
Plazo: Es el tiempo de liquidación de las transacciones realizadas con divisas.

Tipo de Cambio Spot: El tipo de cambio spot se refiere al tipo de cambio corriente, es decir, transacciones realizadas al contado.

Tipo de Cambio Futuro (forward): El tipo de cambio futuro indica el precio de la divisa en operaciones realizadas en el presente, pero cuya fecha de liquidación es en el futuro, por ejemplo, dentro de 180 días.

Influencia en el Déficit Fiscal.

Tipo de cambio fijo:

El análisis del déficit fiscal se complica cuando el tipo de cambio es fijo. Bajo un sistema de tipo de cambio fijo, el banco central no determina realmente la oferta monetaria del mismo modo que en una economía cerrada o que cuando se opera bajo un sistema de tipo de cambio flexible. Recuérdese que bajo tipo de cambio fijo la variación de la oferta monetaria es endógena, y que responde a las compras y ventas de moneda extranjera que realiza el banco central para cumplir con su compromiso de mantener fijo el tipo de cambio.


Conclusiones.

En términos bastante sencillos podemos decir que la balanza de pagos es donde se registran las transacciones que un determinado país tiene con el resto del mundo en un período de tiempo específico. Por otra parte tenemos que estas transacciones pueden ser, o reales que son las referidas al comercio de bienes y servicios y se registran en la llamada cuenta corriente, o financieras que son las relacionadas con los flujos de capital y se registran en la llamada cuenta capital. En nuestro país la cuenta corriente tiende a ser positiva porque allí se registran las ventas de petróleo y la cuenta capital negativa, porque además de registrarse en ella los pagos de Deuda, también la afectan las salidas de capitales. Obviamente si al final mis saldos son positivos mis Reservas Internacionales aumentan, porque generamos ahorros, pero si los saldos son negativos el efecto es al contrario. Una crisis de balanza de pagos genera falta de confianza en ese país y al mismo tiempo temores sobre devaluaciones, expectativas de mayor inflación, etc., factores que atentan contra el bienestar de la población. En vista de los fuertes problemas que está presentando el sistema productivo venezolano y al mismo tiempo el incremento en los gastos estatales financiados por la favorable coyuntura petrolera, las importaciones se han venido disparando, alcanzando un cenit para el primer trimestre de este año, cuando se han incrementado en casi un 50% con relación al mismo período del año pasado.

Este fuerte brinco y lo dependientes que nos hemos vuelto a los bienes extranjeros, unido al descenso en las exportaciones petroleras por problemas en la producción, han generado un declive en el superávit de nuestra cuenta corriente, de USD 7.000 millones para el año 2006, a USD 3.600 millones para este año 2007. Otro dato importante es la caída de las Reservas Internacionales, las cuales descendieron en los primeros 5 meses del año en cerca de USD12.000 millones (las compras de CANTV y EDC y las emisiones de deudas propiciaron parte de esa caída). Estas cifras han llevado a varios economistas a comenzar a pensar en una probable crisis de balanza de pagos, algo que parecería imposible en medio de un boom petrolero, pero que por el comportamiento de los indicadores en los últimos meses, la probabilidad de ocurrencia aumenta. Es interesante ver como nuestro país se ha vuelto más dependiente del exterior en los últimos años, algo que en nuestra nueva concepción política parece toda una contradicción. El favorable mercado petrolero de los últimos años ha generado un fuerte incremento en la demanda interna, la cual no ha podido ser paliada por la producción nacional, fenómeno que tiene varias causas, entre ellas la falta de incentivos a producir por fijación gubernamental de controles de precios alejados de las realidades del mercado, o la sobre valuación del bolívar que afecta la competencia de los productos internos vs. los externos, o la ya famosa falta de previsión e innovación empresarial de una parte del sector privado venezolano, conocido como los “empresarios” venezolanos. Todos estos factores están produciendo una transformación en la estructura económica venezolana, donde lo peligroso es que como siempre estamos sentados en un barril de petróleo que financia todo eso, sin recordarnos de las experiencias pasadas cuando las cotizaciones petroleras cayeron.

El concepto de balanza de pagos no sólo incluye el comercio de bienes y servicios, sino también el movimiento de otros capitales, como la ayuda al desarrollo, las inversiones extranjeras, los gastos militares y la amortización de la deuda publica. El término Balanza de Pagos puede también aludir al registro contable de todas las transacciones económicas internacionales realizadas por un país en un periodo de tiempo determinado (normalmente un año). La balanza de pagos es un indicador que mide la relación entre la economía venezolana y la economía mundial, y está compuesta por dos variables: la cuenta corriente y la cuenta de capital. La cuenta corriente mide el balance entre las importaciones y las exportaciones. En el caso de Venezuela, esta cuenta siempre ha sido positiva, ya que si bien importamos muchos productos, las exportaciones petroleras superan con creces el monto de las importaciones en general. Por su parte, la cuenta de capital es la que mide el balance entre salidas e ingresos de capitales de la nación. Esta cuenta no resulta tan favorable toda vez que, históricamente, sale más dinero del que entra al país, lo cual indica que lo que muchos venezolanos ganan en Venezuela no lo invierten dentro de nuestras fronteras, sino en el exterior.

A pesar de los grandes ingresos petroleros, cuando esta inmensa riqueza se inyecta a la economía, una gran parte de ella termina fugándose del país sin beneficiar a los venezolanos. Muchos gobiernos deciden gastar más de lo que ingresan, e incurren en déficit presupuestarios que pueden financiarse emitiendo dinero o deuda pública. Si se opta por emitir dinero se crearán tensiones inflacionistas; si se opta por emitir deuda pública se puede presionar al alza los tipos de interés. La emisión desmedida de dinero en Latinoamérica durante la década de 1980, generó graves niveles de inflación. Los objetivos últimos de la política monetaria son el crecimiento económico, el control de la inflación y la defensa del valor de la divisa nacional con relación a otras divisas extranjeras. En la práctica, para alcanzar estos fines es necesario establecer una serie de objetivos intermedios, directamente controlables por el organismo emisor. La masa monetaria y la tasa de inflación son los objetivos cuantitativos más vigilados. El banco central fija todos los años el tipo de crecimiento de uno de sus agregados, el agregado elegido varía según el país y utiliza los instrumentos a su disposición para que no se sobrepase ese tipo. Los hechos acontecidos en un país pueden repercutir en cualquier otro lugar del mundo. Por todo el mundo, tanto los países ricos como los pobres se han vuelto más interdependientes económicamente y se enfrentan a problemas que afectan a todos ellos. La complejidad de los mecanismos financieros ha impedido que se creen relaciones estables, por lo que algunos consideran que los mercados financieros internacionales actúan de forma irracional. Bajo un sistema de tipos de cambio fijos, el país puede ajustar su balanza de pagos comprando con su moneda oro o una moneda extranjera. Si aun así el superávit se mantiene, el Gobierno puede decidir comprar más moneda extranjera o más oro, para volver al equilibrio. Análogamente, si se produce un déficit, el Gobierno puede vender sus reservas de moneda extranjera u oro para reforzar el valor de su propia moneda. Puesto que las reservas nacionales de moneda extranjera y oro son limitado, el Gobierno puede decidir corregir el desequilibrio reajustando oficialmente el valor de su moneda. Esta devaluación suele llevarse a cabo mediante un decreto o una orden ministerial. Bajo un sistema de tipos de cambio flexibles, las alteraciones en el tipo de cambio pueden ayudar a que el Estado en cuestión alcance un equilibrio en su Balanza de Pagos. Los tipos de cambio fijos son estables a corto plazo, pero corren el riesgo de cambios precipitados en el largo plazo.

Equipo 5
Yeymi Quintero C.I. 12.626.018

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